Los embarazos tienen mayor impacto en los adolescentes, ya que la gran mayoría no tiene la madurez para enfrentar dicha situación.
por: perspectrivasonora.com
Ya que los embarazos no planeados son muy comunes,
mayormente entre los adolescentes, incluso aun siendo menores de edad. Según el
INEGI, en el año 2014, había un total de 29.9 millones de jóvenes de entre 15 a
29 años en nuestro país, esto formaba poco menos de un cuarto de la población
total en México. Y a principios del año 2015, la tasa de desempleo en
adolescentes de entre 15 a 19 años era de 8.6 %.
El hecho de tener un embarazo no planeado a temprana
edad es uno de los limitantes de nuestros jóvenes, ya que la mayoría deja los
estudios por verse forzados a buscar una fuente de ingresos, para cubrir sus
responsabilidades como padres, que son el proveer las condiciones necesarias
para que nuestros hijos desarrollen lo mejor de ellos mismos.
Las cifras nos mencionan que es la
principal causa de muerte en las madres adolescentes, por su corta edad muchas
veces sus órganos reproductivos no logran desarrollarse por completo, y los riesgos
de aborto son mayores, en el 2013, fallecieron 34 509 jóvenes lo que
en términos porcentuales representa 5.6% de las defunciones totales, según
datos proporcionado por el INEGI, y en el mundo las muertes en el parto son la
segunda causa de muerte en adolescentes de edades entre 15 a 19 años. Las
cifras son espeluznantes, en nuestro país hoy en día existen diversas campañas
de publicidad enfocada hacia los adolescentes, para concientizarlos de las
consecuencias que un embarazo no planeado o a temprana edad pudiera causar en
sus vidas.
Diferentes factores son los que influyen de
manera directa en nuestra sociedad, por ejemplo una adolescente que no
encuentra oportunidades de trabajo muchas veces se ve forzada o más bien
atraída a las garras de la prostitución y explotación sexual, a veces contra su
voluntad, es desagradable tener situaciones de este tipo en nuestra sociedad,
donde la necesidad de llevar sustento a sus hogares atraen a los jóvenes a
dedicarse a tareas ilícitas que ponen en riesgo sus vidas.
En nuestro país aún existe pobreza extrema, hay
comunidades muy marginadas a las cuales no llega información que ayude a los jóvenes
a brindarles educación sexual, que ayudaría a prevenir embarazos no deseados o
a temprana edad.
Aproximadamente la mitad de jóvenes adolescentes de
entre 15 y 19 años, sexualmente activas, manifestaron no usar ningún tipo de
protección anticonceptiva en su primer relación sexual según datos del INEGI en
2014. Esto nos habla de la dimensión de nuestra falta de educación sexual hacia
nuestros hijos, que están ignorando muchos de los riesgos de no usar ningún
tipo de protección.